domingo, 24 de marzo de 2013

CONTRACTURAS MUSCULARES


CONTRACTURAS MUSCULARES

Una contractura muscular es, tal y como su nombre indica, una contracción continuada e involuntaria del músculo o algunas de sus fibras que aparece al realizar un esfuerzo o mala postura. Se manifiesta como un abultamiento de la zona, de aparición repentina que implica dolor y alteración del normal funcionamiento del músculo, generalmente tras un esfuerzo notándose una tensión ó abultamiento localizado y doloroso que impide el normal desarrollo de la actividad. Las más frecuentes y las menos graves, se presentan cuando se fuerzan determinados músculos o grupos musculares, que no están suficientemente acondicionados para ello. Suelen aparecer cuando dicho músculo realiza una actividad inapropiada en intensidad o en función. Así, cuando en el gimnasio cogemos más peso del debido pueden aparecer contracturas. O cuando sin coger tanto peso, realizamos un esfuerzo mantenido en el tiempo, como es el caso de una mala colocación en la bici de spinning. Pueden aparecer en el momento en el que estamos realizando el ejercicio o después. Las primeras se producen porque hay una acumulación de los metabolitos, que provocan dolor e inflamación, al no haber una suficiente irrigación sanguínea que depure la zona. Las segundas se deben a la fatiga excesiva de las fibras, que al acabar el ejercicio ven disminuida su capacidad de relajación.

CAUSAS
Demasiadas horas delante del ordenador, una postura incorrecta al escribir, dormir en una posición incómoda... Las actividades cotidianas suelen ser las responsables de las contracturas en la mayoria de los casos,  en deportistas una sobrecarga muscular. Pero muchas veces las causas son de otro tipo por ejemple stress miedo o ansiedad.
COMO EVITARLAS
Lo primero que hay que hacer para tratar una contractura es prevenirla, y para ello que mejor que realizar un buen calentamiento para preparar al músculo antes del esfuerzo. Una programación progresiva en intensidad de las cargas también ayudará, de menos a más es el principio de intensidad. Un buen trabajo de flexibilidad también las evita al mejorar la distensión del músculo y facilitar la recuperación del músculo tras el entrenamiento. En caso de posturas mantenidas (trabajos de oficina con ordenador) se aconseja realizar pausas activas, que consisten en realizar cambios posturales, y ejercicios de estiramiento cada cierto tiempo para evitar las sobrecargas.
Una vez que tenemos una contractura no queda más remedio que tratarla. No es conveniente tratar una contractura por sí mismo con masajes inapropiados o fármacos aconsejados, lo mejor es ir al médico o fisioterapeuta para que vea de qué tipo de contractura se trata y cuál es el mejor método para su tratamiento.
www.centrofisiovital.com

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